UNA HISTORIA DE CIUTAT VELLA... el monumento a Colón

El dedo de Colón

Monumento a Colón, en el que destaca su dedo desproporcionado.

Monumento a Colón, en el que destaca su dedo desproporcionado.

IGNACIO PADILLA / BARCELONA

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De los 64 monumentos que existen en el mundo en homenaje a Cristóbal Colón, Barcelona acoge el más alto de todos. Ubicado al final de La Rambla, sobre el puerto viejo de la ciudad, sobresale el monumento a Colón, de 57 metros de altura y 233.000 kilogramos de peso. En una ciudad llena de imágenes icónicas de construcciones modernistas, este monumento de estilo antiguo clásico, cargado de detalles y gran simbolismo, ha logrado erigirse como uno de los emblemas de Barcelona.

Construido por el arquitecto Gaietà Buïgas, fue inaugurado en 1888 dentro de la ceremonia de la Exposición Universal. El Ayuntamiento de Barcelona propuso esta obra como tributo a Colón, quien eligió el puerto de Barcelona para desembarcar al regresar de su viaje a América.

La estatua de bronce de Colón, obra del escultor Rafael Atché, "posa de pie sobre una semiesfera que recuerda la nueva parte descubierta del globo", explican en Barcelona Turisme. Su mano izquierda sostiene una carta de navegar y con "el brazo derecho señala, simbólicamente, la ruta hacia América", aunque en realidad apunta hacia Palma de Mallorca.

El tamaño del dedo índice está desproporcionado en relación al resto de su cuerpo. Mide 50 centímetros, en vez de los 40 que debería tener para mantener la proporcionalidad con el resto de la estatua. Son 10 centímetros de más para que el dedo pueda ser visto mejor desde la calle.

MIRADOR OCULTO

En el interior de la columna principal del monumento se encuentra un pequeño ascensor, de capacidad para cuatro personas. Fue el primero que tuvo Barcelona. Permite el acceso a un mirador circular de 360 grados, que está escondido en el interior de la corona de príncipe, debajo de la semiesfera, casi imperceptible desde la acera. Subir cuesta 4 euros.

"Me enteré del mirador de casualidad. Me acerqué a ver los leones que están en la base y vi que habían unas escaleras hacia abajo que conducían al ascensor", cuenta Elena Bobbio, una turista italiana.