CONFLICTO LABORAL EN LA EMPRESA DE TRANSPORTE METROPOLITANO

El bus rechaza sumarse al metro en el boicot al Mobile World Congress

Los trabajadores harán paros de dos horas por turno la semana del 15 al 19 de febrero

Huelga de seis horas en autobuses de Barcelona

Huelga de seis horas en autobuses de Barcelona / periodico

FERRAN COSCULLUELA / CARLOS MÁRQUEZ DANIEL - BARCELONA

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El Mobile World Congress (MWC) se salva de la amenaza. La asamblea de trabajadores de la empresa de autobuses de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha decidido no utilizar el encuentro internacional de telefonía móvil para ejercer presión sobre el gobierno municipal a la hora de negociar la renovación del convenio colectivo.

Tras el paro parcial que han secundado este miércoles, del que les hemos informado en directo, los empleados, convocados por tres de los sindicatos minoritarios con representación en el comité de empresa, han decidido que seguirán con las protestas, pero en una modalidad ‘low cost’ que incluirá paros de dos horas por turno durante la semana que va del 15 al 19 de febrero. Por el contrario, sus compañeros del Metro mantienen la convocatoria de dos jornadas de huelga los días 22 y 24 de febrero, en pleno Mobile.

Esta propuesta ha ganado por tan solo cinco votos a la que sí respladaba boicotear el congreso, lo que habría generado no poca tensión en el Govern. En la memoria, la edición del 2012 que hasta el último suspiro estuvo a punto de quedarse sin transporte de superficie. Xavier Abella, el trabajador de TMB que ha lanzado la propuesta de movilizarse al margen del Mobile, ha explicado a este diario que habría sido "prácticamente imposible" reventar el MWC "porque las presiones habrían llegado por todas partes". Asalta la duda de si con un gobierno con Xavier Trias al frente, los sindicatos más combativos de TMB habrían sido igual de respetuosos con la cita económica más importante del año para la capital catalana.

MOLESTIAS Y RETRASOS

El paro parcial de autobuses que se ha llevado a cabo entre las 10 de la mañana y las cuatro de la tarde ha concluido sin incidencias destacables, más allá de las evidentes molestias y retrasos que han causado a los usuarios debido a que los servicios mínimos han sido del 20%.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Guerra de cifras sobre el seguimiento","text":"TMB ha cifrado el seguimiento de la protesta en el 25% del total de la plantilla llamada a la huelga. El organismo p\u00fablico ha estimado la repercusi\u00f3n sobre el personal de conducci\u00f3n, y por tanto en la oferta en el 41%, lo que implica que durante las seis horas de paro ha circulado el 59% del servicio habitual en d\u00eda laborable. Por el contrario, y en el habitual contexto de guerra de cifras de estos casos, los sindicatos convocantes (CGT, Actub, Cos, Usoc, PSA, CNT y BS) han elevado el seguimiento al 85% de los trabajadores. En todo caso, TMB ha reiterado su voluntad de continuar la negociaci\u00f3n del convenio colectivo de autobuses \u201ccon esp\u00edritu constructivo y de flexibilidad, para buscar un acuerdo favorable para los ciudadanos y los trabajadores\u201d."}}

Poco antes del inicio de la huelga, en algunas zonas de Barcelona se podían ver paradas de bus poco concurridas, autobuses con poco pasaje y usuarios que ya habían planificado sus itinerarios alternativos en previsión de la protesta. Vecinos de barrios con una orografía escarpada, como en las zonas más altas del barrio del Carmel, donde predominan las calles empinadas, lamentaban que la falta de autobuses les dificultaba el acceso a sus viviendas.

TURISTAS COLGADOS

En el mismo barrio, pero ya tocando al Guinardó, grupos de turistas aguardaban pacientemente en la parada del parque Güell mientras no cesaban de pasar de largo autobuses con el rótulo de 'a cocheras'. Entre ellos estaban Ruth Carina y Daniel Alexandro, dos jóvenes mexicanos que habían venido a visitar Barcelona durante dos días. Para llegar hasta el parque habían cogido el metro hasta Vallcarca, lo que les obligó a caminar más de 20 minutos. Y en subida.

"No sabíamos que había huelga. El martes sufrimos la del Metro, con demoras de media hora, y hoy nos toca la de autobuses. No hemos tenido mucha suerte en nuestros dos días de visita. Pero ha valido la pena venir, porque Barcelona es hermosa a pesar de sus huelgas", comentaban.

CON MULETAS

Esther Garre y su marido, Manuel Blanco, esperaban el 92 en la parte más alta de la calle de Sardenya, en el Guinardó. Ella iba con muletas porque la han operado de la cadera. Los dos aguardaban de pie, porque la parada no tiene ningún banco para sentarse. Habían ido a visitarse a la clínica de la Esperança y querían regresar a su domicilio, en el Clot.

"Esperaremos lo que haga falta, porque en mi estado no puedo andar hasta el metro (Alfons X, L4). Además, luego me tocaría hacer trasbordo en la línea lila para ir al Clot y volver a andar otros 10 minutos hasta llegar a mi casa. Y yo así no puedo", insistía la mujer mientras señalaba la muleta.