El Frederic Marès, uno de los museos de coleccionista más importantes del mundo

El museo está formado, en su totalidad, por la amplia colección de objetos que el escultor catalán Frederic Marès donó al Ayuntamiento de Barcelona durante los años cuarenta

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Situado en el antiguo Palau Reial Major de los condes de Barcelona, junto a la catedral, el Museu Frederic Marès es uno de los más desconocidos de la ciudad y, al mismo tiempo, uno de los 10 museos de coleccionista más importantes del mundo.

"Es uno de los museos más enigmáticos, más sorprendentes y más maravillosos que hay en Barcelona". De esta manera lo define su director, Josep Maria Trullén. Y es que el Museu Frederic Marès son dos museos en uno.

Si bien es cierto que todo lo que se puede ver pertenecía a la colección personal del escultor Frederic Marès, hay dos estilos muy diferenciados: por una parte, la escultura, y por la otra, lo que se conoce como ‘museo sentimental o de los recuerdos’.

Las primeras tres plantas del museo están dedicadas a la escultura, desde la época de Grecia y Roma hasta el siglo XIX, pasando por el románico, el gótico y el Barroco. Hay un total de 4.000 piezas diferentes, muchas de las cuales de referencia religiosa.

El resto del museo está formada por 50.000 objetos, repartidos por diferentes salas: la sala femenina, la masculina, la del fumador o la de las fotografías.

Hay abanicos, guantes y joyas que usaban las mujeres de finales del siglo XIX, cinturones, espadas y cajas de cerillas que llevaban los hombres. "Visitar las salas de los recuerdos es como hacer un viaje", añade Trullén.

Uno de los objetos más curiosos del museo es la maleta que Marès utilizó en los innumerables viajes que hizo por el mundo y con la que, aseguran, llevó a Barcelona muchos de los objetos expuestos.