La Modelo cerrará en el 2017 para irse a la Zona Franca

TONI SUST
BARCELONA

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El Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya anunciaron ayer que la cárcel Modelo cerrará sus puertas en el 2017 y que será trasladada a un nuevo emplazamiento, en la Zona Franca, en el que también se levantará un centro penitenciario abierto, que estará listo antes, en el 2016, y propiciará la clausura de la Trinitat y la reforma de Wad Ras. Las dos prisiones estarán en el mismo solar, a unos metros del centro de internamiento para extranjeros (CIE).

El de ayer es un anuncio que se ha hecho varias veces con distintas fechas previstas, pero que en esta ocasión «va en serio». La precisión es del presidente de la Generalitat, Artur Mas, que, sentado junto al alcalde, Xavier Trias, se mantuvo sonriente durante la presentación del acuerdo con el consistorio. Y tenía motivos para estar contento, porque la Generalitat sale más que airosa del pacto, al tiempo que el ayuntamiento asume responsabilidades no menores. De entrada, porque el consistorio descontará 15 millones de euros de lo que le debe el Gobierno de Mas a cambio de la cesión a la ciudad del solar de  la Modelo. En concreto, 30.000 metros cuadrados de techo edificable que se concentran en un extremo de la actual prisión. Se trata del sector ubicado en la confluencia entre Entença y Roselló, que actualmente acoge a presos en régimen abierto y que será el primeroa en ser demolido, durante el primer semestre del 2015.

Además, el ayuntamiento se compromete a pagar el coste de la construcción del centro de régimen abierto, de entre 24 y 29 millones de euros, para después alquilarlo a la Generalitat, por una cantidad que todavía no se conoce. El porqué de esta maniobra está claro y ha regido las relaciones entre las dos administraciones en los últimos años: la Generalitat no tiene dinero. «Otras ciudades no colaboran tanto», subrayó el secretario general de Justícia, Enric Colet. No cabe ninguna duda.

ANTES DE FIN DE AÑO

La previsión es que en diciembre la Generalitat «ceda» (es el verbo que emplean las dos partes, aunque de hecho es una venta) los terrenos de la Modelo al ayuntamiento. En el terreno, de 27.000 metros cuadrados, están proyectados equipamientos y zona verde, con la excepción de una franja cuya actividad prevista es la terciaria. Es decir, allí pueden hacerse oficinas y hoteles. De esta parte, de los 30.000 metros de techo, saldrían los 15 millones de euros una vez se venda a privados, pero el consistorio no lo ejecutará por ahora y ese dinero pasa a integrar su patrimonio, siempre según el ayuntamiento.

Estaba previsto que la Modelo fuera trasladada a otra parcela, pero el Consorcio de la Zona Franca pidió un cambio porque aquel solar está en zona aduanera y prefería darle otro destino. Los dos centros penitenciarios estarán entre la calle E y la D, esquina con la 4, un relativo páramo que solo frecuentan transportistas y trabajadores de las naves colindantes, amén de familiares de internos del CIE. Habrá una modificación legal para el uso de los solares como prisiones. El centro para preventivos que reemplazará a la Modelo tendrá capacidad para albergar a 600 presos. En el caso del centro abierto las plazas serán 800. Hoy en la cárcel barcelonesa hay 200 presos en régimen abierto y 1.124 preventivos y penados. En la cárcel de la Zona Franca solo habrá preventivos.

La prisión de Wad Ras será remodelada y dedicada a rehabilitación y reinserción. Las obras a tal efecto empezarán en el 2016, en cuanto los internos del centro abierto para hombres sean trasladados a la Zona Franca. Wad Ras seguirá pues con un uso penitenciario pero sus derechos de edificabilidad serán trasladados a otra finca de la Generalitat en Barcelona. En cuanto a Trinitat Vella, el centro abierto que está allí será parcialmente entregado al ayuntamiento. La Generalitat conserva 3.969 metros cuadrados en esta zona con la que, según se anunció ayer, se construirá vivienda social.

LA DEUDA CON BCN

Actualmente, la Generalitat de Catalunya debe al Ayuntamiento de Barcelona 143 millones de euros. La deuda llegó a ser de 250 millones de euros y es una relativa novedad que nace en el momento en que la misma fuerza política, CiU, empezó a gobernar en los dos lados de la plaza de Sant Jaume. Empieza, naturalmente, por la escasez de las arcas autonómicas, que entre otras cosas llevó al Ejecutivo catalán a poner en venta su parque inmobiliario. A estas alturas el Gobierno de Artur Mas ya ha recaudado casi 300 millones de euros en concepto de venta de antiguas sedes de sus departamentos. La operación con el ayuntamiento no deja de circular sobre los mismos raíles, obtener líquido o reducir deudas, y refuerza la imagen de que Trias acompaña a la Generalitat con un entusiasmo inhabitual entre administraciones.