La oposición reprocha a Trias que no tenga una estrategia para Can Vies

Una semana después de que empezara el conflicto de Can Vies, Xavier Trias reunió ayer a los líderes de los grupos municipales para compartir con ellos su punto de vista sobre la crisis originada en Sants a raíz del desalojo y posterior derribo del centro social autogestionado. A la salida, el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, mucho más calmado que el domingo, habló de «impasse», y pidió tiempo para comprobar que los «indicios» de cese de violencia se confirman. La oposición coincidió en lamentar que el alcalde no pusiera sobre la mesa una hoja de ruta para solucionar la situación. Y como conclusión de la reunión, se pactó un pleno extraordinario que debería celebrarse antes de julio.

Forn aseguró que desde el domingo se ve la posibilidad de iniciar el diálogo, pero que esta voluntad se debe concretar en hechos y que el gobierno municipal no se cierra a ninguna posibilidad dentro de la legalidad, concepto que el propio Trias usó en dos entrevistas radiofónicas  a primera hora. El primer teniente de alcalde también anunció que la excavadora quemada que se encuentra en Can Vies será retirada hoy.

La reunión se prolongó durante más de dos horas, pero vista la reacción de PSC, PP, ICV-EUiA y ERC, no fue demasiado fructífera. Jaume Collboni, alcaldable socialista -fue Gabriel Colomé quien participó de la reunión porque el exdiputado no es concejal-, consideró que Trias «demuestra no tener claro lo que quiere», e insistió en que es «el momento de encontrar soluciones». «Si el alcalde hace de alcalde, tendrá nuestro apoyo», dijo. Por su parte, Alberto Fernández Díaz (PP) reclamó al gobierno «explicaciones sobre las decisiones adoptadas para hacer efectiva la sentencia judicial de desalojo de Can Vies» y que informe «de cómo y por qué se tomó la decisión de detener el derribo del inmueble».

SIN HOJA DE RUTA / El ecosocialista Ricard Gomà consideró que la información que ha facilitado el gobierno local en el encuentro «llega tarde» y reiteró el rechazo de su partido al desalojo y el derribo del edificio, a la continuidad de cuyo proyecto social y cultural da apoyo. El republicano Jordi Portabella pidió a CiU que presente una «hoja de ruta clara y diga lo que piensa hacer» y señaló que la actitud municipal hasta la fecha ha sido «contradictoria».