Freno a una práctica en auge
Barcelona quiere dar nuevas licencias de pisos turísticos a bloques enteros
Rechaza que "cualquier persona" con una vivienda vacía la convierta en negocio
El Ayuntamiento de Barcelona quiere que las nuevas licencias de pisos turísticos se otorguen a bloques enteros, no a viviendas situadas en edificios residenciales, y ello figurará en la nueva regulación del sector, que se aprobará en los próximos seis meses.
"No queremos que cualquier persona que tenga un piso desocupado" pueda convertirlo en turístico, ha explicado en rueda de prensa este miércoles la teniente de alcalde de Promoción Económica Sònia Recasens en rueda de prensa, acompañada por el teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives.
Durante un año no se otorgarán nuevas licencias en el centro de la ciudad, y el consistorio se da seis meses de plazo para redactar un reglamento destinado específicamente a los pisos turísticos, un sector que se pretende profesionalizar, y también se propone garantizar en todo momento la convivencia entre vecinos y turistas.
En la actualidad, hay muchas páginas web, como 'airbnb.es', donde se ofrecen pisos y alojamientos, y sobre la continuidad de este tipo de ofertas, Recasens ha concretado que únicamente podrán ofrecerse viviendas que cuenten con la licencia turística correspondiente, y pedirán a las páginas web que incluyan el número de licencia en sus ofertas.
Vecinos y comunidades
La persecución de la actividad que no esté legalizada es uno de los objetivos que se marca el Ayuntamiento de Barcelona con el nuevo plan, además de facilitar información a las comunidades de propietarios sobre cómo deben actuar si se instala en la finca una vivienda de uso turístico.
Para evitar los problemas de convivencia entre visitantes y ciudadanos, se refuerza la atención a los vecinos con la puesta en marcha de un programa específico en los teléfonos municipales de atención ciudadana (010 y 092).
El gestor de un piso turístico deberá estar disponible las 24 horas y si hay una incidencia, tendrá un plazo de 30 minutos para comunicar al inquilino de la vivienda que cese su actividad incívica o las molestias, y si no lo hace, se le podría retirar la licencia.
Mientras no se redacte este plan, que debería aprobarse en medio año, el gobierno municipal ha acordado con el PP una moratoria por la que se frena la concesión de nuevas licencias, aunque sólo se focaliza en las zonas céntricas y más turísticas.
Concretamente, afecta a todo el distrito del Eixample y los barrios de Poble Sec, Hostafrancs, Sant Gervasi-Galvany, Putxet-Farró, Vila de Gràcia, Gràcia Nova, Camp de l'Arpa, Poblenou, Diagonal Mar y los entornos del Hospital de Sant Pau, la estación de Sants y el Park Güell.
A esta moratoria, hay que sumar la que está en vigor desde 2011 en el distrito de Ciutat Vella, y que ha implicado que en los últimos años, la oferta de pisos turísticos en esta zona se haya estabilizado en las 614 viviendas.
En total, en Barcelona hay 7.854 licencias que tienen alrededor de 30.000 plazas, y el distrito donde hay más pisos turísticos es el Eixample (3.721), seguido de Sant Martí (903) y Gràcia (894).
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