Las consecuencias de la crisis en la capital catalana

Los emprendedores con más edad y formación aumentan en Barcelona

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Barcelona tiene fama consolidada de ser cuna de emprendedores, de mentes inquietas y talentos en eclosión. Pero en los últimos cuatro años el principal muelle de los que se lanzan a desarrollar su propio proyecto laboral ha sido el paro. Crear una empresa echando el resto (de recursos y fuerzas) como salida laboral de urgencia es la principal motivación (45,6%) de los barceloneses que piden ayuda al motor de Barcelona Activa. También es la coyuntura dominante entre los que crearon su empresa en el 2012: el 54% no tenían trabajo en ese momento, 15 puntos por encima del 2008. En el nuevo perfil de aguerridos emprendedores locales destaca, además, el incremento de mayores de 40 años y que cada vez tengan un mayor nivel profesional, con siete de cada 10 usuarios de recursos municipales con formación universitaria.

¿Quién puede dirigirse a las oficinas de Barcelona Activa en busca de apoyo logístico o financiero? Cualquiera, aunque cada uno de los programas apunta a un tipo profesional, destaca la concejala de Economía, Empresa y Ocupación, Sònia Recasens. Existen algunos que enfocan a parados de larga duración, otros a desempleados de menos de 30 años, otros para empresas amenazadas de cierre, otros para incentivar la contratación de nuevo personal fijo con subvenciones de 3.000 euros, otros para ofrecer consultoría gratuita durante un año a empresas con potencial de crecimiento (sea innovando o mediante la internacionalización de sus servicios...), para impulsar pequeños proyectos, o para mejorar la formación.

NUEVOS PROTAGONISTAS / Sea cual sea la demanda, sus protagonistas se alejan del prototipo precrisis. En el 2008 la mayoría estaban en activo, al contrario que ahora. También imperaban los hombres, mientras que ahora hay un 51,5% de mujeres. La independencia laboral (45,2%) y la realización personal (27%) eran los trampolines. Cuatro años después, salir del paro es el reto de la mayoría de participantes de programas, aunque crece (30%) la idea de aprovechar una oportunidad de negocio.

Por una u otra razón, el año pasado 1.700 empresas de la ciudad se crearon con apoyo de Barcelona Activa, generando un total de 3.200 puestos de trabajo. Una cifra que solo es un exponente de la actividad local, ya que existen otros muchos proyectos que salen adelante sin este tipo de ayudas y con recursos propios. Para Recasens, pese a la crisis y a la presión que tienen sobre sus espaldas muchos de los nuevos emprendedores, se ha hecho evidente que Barcelona «es punto de atracción de empresas de nueva creación», y también de sano mix de nuevos empresarios locales y extranjeros, que pueden ser «muy positivos para la internalización de un negocio», dice. Dos de cada 10 son foráneos.

La edila también destaca cómo en Barcelona «de la necesidad se ha hecho virtud», buscando salidas al paro que también supongan un estímulo profesional.

Los ciudadanos que inician su propio camino laboral, no obstante, ya no son tan jóvenes. Si hace unos años el perfil de 25 a 40 años ganaba por goleada (68,2%), ahora ya son un 36% los mayores de 40, edad crítica para hallar empleo en el actual marco de crisis. Esta condición tiene una vertiente positiva, que es que en Barcelona Activa cada vez se atiende a personas con mayor formación (los universitarios ya son el 68%), lo que añade experiencia a la empresa y posibilidad de supervivencia a largo plazo.

Con los cambios en la gestión de Barcelona Activa (ya sin fondos del Estado, y con mayor autonomía pero menos recursos), los 30 millones de presupuesto del programa no permiten ayudas de tipo financiero. El impulso se centra en la asesoría, la formación, la información, la posibilidad de despegar en las incubadoras de empresas y hasta el coaching que permite a un ciudadano con una idea darle forma y adquirir la confianza para saltar al mercado. Además, el proceso puede permitir contactar con otros actores (inversores con capital) necesarios  en un «ecosistema» donde no siempre basta con el espacio y el talento para arrancar, destaca la concejala. Entre los proyectos asesorados destacan los vinculados al comercio (20,4%), seguidos por servicios a empresas y producción creativa.

Los espacios innovadores para empresas integran la incubadora de Glòries, donde en noviembre había 49, sobre todo del sector  TIC (tecnologías de la información y la comunicación) con facturación media anual de 255.00 euros y una tasa de supervivencia del 80% el cuarto año de vida; el Almogàvers Business Factory, con 31 empresas  y un 25% de extranjeros, y Parc Tecnològic Barcelona Nord, con 50 que facturan 652.000 euros.