El nuevo plan de Ciutat Vella suma enemigos en la restauración y el ocio

El Gremi de Restauració de BCN alega hoy contra la mayoría de las modificaciones de uso previstas

Manifestación vecinal en Ciutat Vella.

Manifestación vecinal en Ciutat Vella. / periodico

PATRICIA CASTÁN / HELENA LÓPEZ / Barcelona

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La polémica modificación del plan de usos de Ciutat Vella aprobado en el 2010 sigue sumando paradojas. La primera fue aliar al alcalde Xavier Trias con el PP para deshacer importantes partes de la normativa actual, a la que en su día solo se opusieron los populares. La segunda, que los controvertidos cambios hayan puesto en el mismo lado de la balanza a vecinos, restauradores y ocio nocturno. Los tres alegarán contra el documento que se halla en la recta final de su exposición pública. Se da la circunstancia de que el Gremi de Restauració de Barcelona se ha erigido en uno de los más firmes oponentes a las modificaciones, al considerar que el distrito ya está saturado y que, en estos momentos, no tiene sentido aumentar la oferta en tanto que la demanda no es suficiente para alimentar tantas cajas.

La cuestionada iniciativa del distrito de Mercè Homs supone, entre otros cambios, permitir más aperturas hoteleras en cualquier edificio catalogado y en gran parte del perímetro de Ciutat Vella; ampliar el permiso de actividades económicas en zonas consideradas no saturadas, prolongar el plazo para la concentración de apartamentos turísticos en edificios solo destinados a este uso, recortar los horarios de parte de la oferta de restauración y comercio, y dar facilidades para la creación de nuevas actividades gastronómicas o musicales dentro de los hoteles. Concesiones que cuentan desde el primer día con el rechazo vecinal y de los partidos de izquierdas, y que en el ámbito empresarial casi dejan solos a los hoteleros como partidarios de la modificación, cuya aprobación definitiva se votará en el próximo pleno municipal.