Gomà receta inyectar 200 millones a las cuentas para planes sociales

Cuando Xavier Trias se refiere a los presupuestos, suele acompañar su prédica con una invitación a todos los grupos políticos para tratar de alumbrar unas cuentas para el 2013 lo más consensuadas posible. Bajo esa premisa, Ricard Gomà, líder de ICV-EUiA, presentó ayer su propuesta, con la que plantea gastar hasta el final del mandato cerca de 500 millones de euros -300 ya planeados y otros 200 recurriendo al endeudamiento- en proyectos sociales que permitan situar las inversiones «al servicio del ciudadano».

La capital catalana sigue avanzando con las cuentas del 2012 prorrogadas. La minoría de CiU, con 14 de los 41 concejales, obliga a un pacto con alguna de las dos grandes fuerzas de la oposición (PSC y PP) que todavía no se ha producido. Para Gomà, todo se reduce a «una cuestión de voluntad política», en el sentido de que el autodenominado «alcalde de las personas debe empezar a demostrar que su prioridad son de verdad los habitantes de esta ciudad». Para ello, los ecosocialistas recetan al gobierno municipal que ponga fin al «frenazo ideológico» de la inversión social -asegura Gomà que se ha recortado un 60,8% desde la llegada de los nacionalistas a Sant Jaume- con una partida hasta el 2015 de 500 millones, un 43% más de lo previsto, repartidos entre equipamientos sociales (185 millones más), vivienda (99 millones), medio ambiente y espacio público (103 millones) y proyectos urbanísticos (113 millones).

MARGEN PARA LA DEUDA / Gomà considera que la ciudad tiene «margen para aumentar la deuda sin poner en riesgo las finanzas municipales, dado que Barcelona está muy lejos del límite de endeudamiento marcado por la ley (65% sobre el nivel de ingresos) y puede permitirse, a su parecer, este sobreesfuerzo que reclama su formación. ICV-EUiA insta, además, a gastar el 40% de esa cantidad a lo largo de este año.

En cuanto a la inversión en las Glòries, Gomà pide pasar de 45 a 55 millones de euros. El objetivo es poder empezar el túnel de circulación este mandato para evitar que el proyecto pase al próximo gobierno, con el consiguiente riesgo de que se aplace.