El pleno de los equilibrios

El paro, la inseguridad ciudadana, la delincuencia y la suciedad de las calles son las principales preocupaciones de los barceloneses, según las encuestas que realiza periódicamente el ayuntamiento. La respuesta política a todas estas inquietudes se hace carne en los plenos municipales En el de hoy, sin embargo, el asunto sobre el que se dirigirán todos los flases es la declaración soberanista votada por el Parlament hace dos semanas. A proposición de Jordi Portabella (UpB), los grupos deberán posicionarse sobre el texto. Podría ser a mano alzada concejal a concejal, algo que no se sabrá hasta el último momento. El morbo de la cuestión no está en el resultado, del todo irrelevante, sino en la postura que adopte el PSC y, en especial, su líder, Jordi Martí, que hace tres días dijo que hubiera apoyado el documento. El pleno de esta mañana, quizás más que ningún otro, demostrará el alambicado equilibrio entre lo que la ciudad necesita, lo que la dirección de los partidos requiere y lo que la oposición y las alianzas obligan.

El debate sobre el estado de la ciudad abrirá al cónclave municipal con una exposición de media hora en la que el alcalde Xavier Trias resumirá su acción de gobierno y presentará su lista de prioridades para el 2013. Por sorprendente que resulte, será un trámite que pasará sin demasiada pena ni gloria. Cuestión de cuota mediática o la enésima prueba de que la política local barcelonesa parece tener ahora más de desgaste del oponente que de construcción de un proyecto colectivo.

LA MINORÍA MÁS PEQUEÑA / Esta situación no tiene un responsable único. Más bien se trata de la consecuencia inevitable de disponer de un gobierno con la minoría más pequeña de la historia de la ciudad, con solo 14 de los 41 concejales que forman el pleno, lo que ha obligado a Trias a echar mano de la geometría variable para poder ir tirando. El PP rompió con CiU, precisamente, al comprobar que los nacionalistas flirteaban según convenía tanto con los conservadores como con el PSC. Quizás por eso, en el pleno de hoy instarán al alcalde a someterse a una cuestión de confianza. Los socialistas, inmersos en un proceso de renovación interna que culminará dentro de 18 meses con unas primarias, se apartaron de Trias y le obligaron a prorrogar los presupuestos del 2012. Martí ya se jugó el cargo en septiembre tras facilitar con la abstención del PSC la aprobación del plan de acción municipal (la hoja de ruta que marca el rumbo de la ciudad). La ejecutiva del partido en Barcelona se inclinaba por todo lo contrario, por mantener la oposición a CiU, así que casarse con las cuentas del 2013 hubiera sido la crónica de una muerte anunciada; del mismo modo que ahora, su afirmación nacionalista puede volver a colocarle en la cuerda floja.

VOTO REFLEXIONADO / La Diputación de Barcelona, también a propuesta de Portabella, se posicionó ayer a favor del documento soberanista con los votos afirmativos de CiU, ERC e ICV-EUiA y elnode PSC y PP. Los socialistas siguieron la consigna de su líder, Pere Navarro, que expresó su confianza en que el grupo municipal se exprese en el mismo sentido. Martí, sabedor de que habita en una pequeña isla en medio de un gran archipiélago, meditaba ayer el sentido de su voto. Seguramente enrabietado, por el daño que puede causar un asunto tan alejado de la Barcelona real.