Los desalojados de Zamora se reinstalan en otras naves

Se han buscado la vida. Como siempre han hecho. No es la primera nave de la que les expulsan ni probablemente sea la última. Algunos se han realojado provisionalmente en casa de amigos o familiares hasta que encuentren otra fábrica abandonada en la que entrar. Otros se han refugiado en naves ya ocupadas, como la de la calle de Puigcerdà. Seis de los 47 desalojados la mañana del lunes en las dos fincas de la calle de Zamora siguen en los alojamientos provisionales ofrecidos por el municipio. Los abogados del colectivo, mientras, preparan a contrareloj el recurso contra la propuesta de expulsión del territorio con la que salieron en libertad, tras pasar varias horas en la comisaría de Via Laietana, los seis detenidos tras el desalojo por no tener permiso de residencia.

Una de las principales preocupaciones de los jóvenes subsaharianos desalojados es recuperar sus pertenencias, ya que en la nave dejaron kilos de chatarra, mercancía de la que subsisten. Según miembros de la Xarxa de Suport als Assentaments del Poblenou, la predisposición del distrito para dejar acceder a la nave a sus antiguos ocupantes para recuperar sus pertenencias es buena, pero están a la espera de poder entrar.

Manel Andreu, portavoz de la asociación de vecinos del barrio, apunta que, al margen de la urgencia ante este desalojo, uno de los principales problemas a tratar es dónde quedan las personas sin papeles y sin posibilidad de conseguirlos en el famoso plan de inserción que el municipio se resiste a presentar.

El líder de ICV-EUiA en el ayuntamiento, Ricard Gomà, reprochó ayer al equipo de gobierno que haya estrenado su plan de asentamientos «con una operación policial que se hace bajo criterios racistas y que es del todo antagónica» con la filosofía que defiende el plan, y exigió una reunión para abordar el tema.