LA ASOCIACIÓN OLVIDADA

Un local de la calle Guifré acoge a los héroes del aire

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Nick Lloyd subraya nada más comenzar una vista que él no es guía de aventuras bélicas. Ello no le impide entrar casi con recogimiento por la estrecha calle de Guifré. Allí, en el número 8 tiene su sede la Asociación de Aviadores de la República (ADAR), un grupo que libró en el aire una lucha desigual. Pilotaban en inferioridad numérica los Polikarpov I-15 de fabricación rusa, rebautizados como Los Chatos, y mejor aún, según alguno de los militares republicanos que se pusieron a sus mandos, una especie de «chica para todo» que tanto servían para escoltar bombarderos como para ametrallar posiciones enemigas. El modo en el que sobrevive la ADAR es un síntoma más, según Lloyd, de que algo no está bien resuelto en Barcelona si se trata de cicatrizar sanamente las heridas de la guerra civil.

Los números de la aviación republicana, es cierto, no le aguantan un pulso a Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen y sus 88 derribos bajo el sobrenombre de El Barón Rojo. Tampoco defendieron Barcelona como Londres la RAF. Pero tienen historias magníficas que contar.

El local (foto)suele está cerrado a menudo. No así su web. Es especialmente emocionante ir directamente al subapartado tituladoNoticias. Los decesos son allí puntualmente anotados con palabras de recuerdo que erizan el vello.