Restos históricos en el norte de Barcelona

La villa romana de La Sagrera pierde su vida milenaria a los pies del AVE

RAMON COMORERA
BARCELONA

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Esta es la crónica de una muerte, aunque lenta y por entregas, realmente anunciada desde hace más de un mes. Por los responsables políticos del patrimonio cultural de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona y también por arqueólogos y académicos expertos en el mundo antiguo, si bien en el caso de alguno de estos con más resignación que convicción. El avanzado deceso, sin embargo, no es por ello menos doloroso para numerosos vecinos de unos barrios que ahora saben que tienen mucha historia bajo sus pies y que lamentan que solo se conserve una pequeña parte, y no in situ, mientras el resto quede en los libros o en el mundo virtual. La extensa villa romana descubierta en las obras del AVE en La Sagrera, junto al puente del Treball Digne, se redujo ayer de forma notable. Personal de las excavaciones derribó muros de la zona termal del sur, mientras que el hormigón del vial de acceso a la estación acabó de tapar el sector del norte.

En pocas horas, la vida milenaria, aunque enterrada durante muchos siglos, de la que fue una «señora villa», según la gráfica descripción de Isabel Rodà, directora del Institut Català d'Arqueologia Clàssica con sede en Tarragona, cambió su perfil y perdió contenido. Las excavaciones, sin embargo, siguen según las previsiones, informaron fuentes del ayuntamiento que las dirige a través del Museu d'Història de Barcelona (Muhba). Añadieron que los trabajos durarán todavía algún tiempo, especialmente en el extremo sur. Aquí se actuará ahora en un nivel inferior una vez eliminadas las partes más modernas y superficiales.

MÁS PROFUNDIDAD / Una semana después de que una excavadora de doble pala derribara y explanara lo que quedaba de la zona norte del yacimiento, cubierta ya de cemento, varios trabajadores demolieron ayer, en este caso de forma manual y con martillos neumáticos, parte del recinto termal del sur. Esta labor de «desmontaje», según el lenguaje de los técnicos, forma parte del proceso de extracción de los elementos de valor y de la posterior documentación del conjunto, y permitirá seguir las excavaciones a mayor profundidad, después, claro está, de la desaparición definitiva de las estructuras vistas hasta ahora.

Los responsables del patrimonio histórico, tanto de la Conselleria de Cultura, que tiene la última palabra en la preservación de cualquier yacimiento, como del ayuntamiento y del Muhba, decidieron en septiembre que el conjunto arqueológico no se conservaría en La Sagrera por tener «valor documental pero no patrimonial». Dos meses después de iniciarse en julio las excavaciones, aunque sin informar de ellas públicamente hasta que este diario reveló a principios de septiembre los trabajos, y cuando incluso se había autorizado ya que las obras del vial avanzaran otro tramo y cubrieran el norte de la villa, la Administración explicó que los 1.100 metros cuadrados del recinto se taparían.

Los arqueólogos han completado la extracción por partes del único mosaico descubierto en la villa y lo han trasladado a las instalaciones del Muhba en la Zona Franca para su restauración. Igualmente se han llevado hasta allí restos de cerámica y objetos metálicos, que han permitido establecer una primera cronología de la villa según la cual fue utilizada como mínimo del siglo I al V.

VARIOS FRAGMENTOS / Los expertos han destacado que el mosaico es discontinuo ya que está roto en varios fragmentos por la acción de arados y otras herramientas agrícolas que en los últimos siglos trabajaron la tierra que lo cubría. El pavimento ornamental recuperado mide 30 metros cuadrados y podría llegar a los 50 bajo el talud del puente del Treball Digne que ahora lo cubre. Dentro de unos seis meses, cuando se derribe este puente por el avance de las obras de la macroestación, se podrá excavar la zona done se produce la posible continuación.

La responsable de restauración del servicio de Arqueología del Muh-

ba, Montserrat Pugés, dijo el día que se inició el traslado del mosaico que la villa podría ser mucho mayor y que quizás tiene más pavimentos. La rehabilitación de la parte descubierta durará cuatro meses. En el futuro, el mosaico volverá a La Sagrera, según piden los vecinos y avanzó el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, aunque el lugar está por decidir.