NUEVA REFORMA EN EL RECINTO DE LA CIUTADELLA

El Zoo se aferra a los elefantes y prepara una colonia nutrida

Obras en el nuevo espacio del Zoo para los elefantes, con dos hipopótamos en primer término.

Obras en el nuevo espacio del Zoo para los elefantes, con dos hipopótamos en primer término.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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El Zoo de Barcelona no tiene previsto desprenderse ni de Susi ni de Yoyo, las dos viejas elefantas que actualmente viven en una desvencijada instalación, sino que incluso prepara un moderno hábitat con aspecto de sabana para acoger un grupo nutrido de animales en los próximos años. El presidente del Zoo, Ignasi Cardelús, reconoció ayer que la actual instalación de las elefantas no es la mejor del mundo, ni mucho menos, «pero eso no significa que estén mal y no reciban los cuidados adecuados». Eso sí, tenerlas mejor costará 2,8 millones de euros, según asumieron los responsables del parque al presentar las obras de reforma: se pasará de 2.000 a 10.000 metros cuadrados.

Aunque las obras ya están iniciadas, como confirman las grúas y el movimiento de tierras, la presentación de ayer fue planificada en un momento muy adecuado. Era una manera de responder públicamente a los más críticos. Por ejemplo, el antecesor de Cardelús en el cargo, el concejal Jordi Portabella (ERC), pide ahora que Susi sea trasladada a una reserva de mayores dimensiones porque el Zoo no reúne las condiciones mínimas de espacio. Lo mismo opinan diversas asociaciones animalistas. La propuesta de Portabella, que no tiene carácter vinculante, se debatirá hoy en la comisión municipal de Sostenibilidad.

HAY QUE CRECER / Efectivamente, el Zoo está obligado a ampliar y mejorar la instalación si quiere conservar a las dos elefantas y, por supuesto, si aspira a tener una familia con machos y una posible descendencia, reconoce Cardelús. Son normas de la asociación europea de zoos

(EAZA). «No solo depende de nosotros, sino de un programa coordinado internacionalmente que determina qué parques son aptos para tenerlos». Los ejemplares nacidos en cautividad en Europa en la última década, un total de 202, se intercambian entre parques en función del espacio disponible, del sexo de los animales y de los problemas de consanguinidad, entre otros factores. Ahora hay elefantes en 55 zoos.

Cardelús espera que «se imponga el sentido común porque el Zoo de Barcelona siempre ha tenido elefantes salvo en el paréntesis de la guerra civil». Tener elefantes africanos «es una decisión estratégica del Zoo de la misma manera que en años pasados se prescindió de los elefantes asiáticos y de los osos polares».

A FINALES DEL 2012 / El futuro hábitat, que estará acabado a finales del 2012 o principios del 2013, reproducirá el ambiente seco del Sahel con suelo de tierra (sin cemento) y vegetación. La inversión económica ya está asegurada, dijo el presidente. Uno de los aspectos más destacados es que junto a los elefantes vivirán gacelas dorca, facóqueros y monos pata, especies con los que convive en el ambiente natural. Lo primero que estará listo, en febrero, es el nuevo dormitorio de los proboscídeos, que tendrá calefacción y vidrio para facilitar la visión desde el exterior.

El hogar de los elefantes es la primera pieza de la gran sabana que se levantará en el centro del Zoo. El espacio al completo incluirá también cocodrilos, jirafas, leones e hipopótamos, entre otras vistosas especies, aunque su construcción dependerá de cómo avance el zoo marino del Besòs. A medida que determinados animales vayan abandonando la Ciutadella, como sucederá con los delfines y los leones marinos, se podrá ampliar la sabana, resume Miquel Trepat, el director del Zoo.

Mientras eso llega, a los damnificados por la expansión de los elefantes (camellos, wapitis y ciervos) habrá que buscarles un hogar provisional. Algunos igual desaparecen para siempre. En definitiva, habrá una especie de Tetris que concluirá en el futuro con «un único espacio de sabana», insiste Trepat.