RENOVACIÓN INTEGRAL DE UN EDIFICIO DE CIUTAT VELLA

La histórica Fonda España renace como un hotel de cuatro estrellas

ROSA MARI SANZ / Barcelona

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La Fonda España, el que fuera uno de los establecimientos de mayor prestigio de la ciudad hasta la Exposición Internacional de Barcelona, en 1929, cita que favoreció la creación de grandes hoteles que le fueron haciendo sombra, ha vuelto a abrir sus puertas después de 14 meses de una reforma integral que concluirá definitivamente en un mes. Y lo ha hecho reconvertido en un hotel de cuatro estrellas, con todos los servicios propios de su categoría, pero bajo una premisa irrenunciable al ser uno de sus principales atractivos: se ha preservado el espíritu del diseño que en su momento concibió Lluís Domènech i Montaner cuando lo reformó hace ya un siglo.

Desde este pasado lunes, el flamante ahora Hotel España, en un edificio catalogado de la calle de Sant Pau que data de 1850, ha comenzado a recibir clientes mientras se ultima una segunda fase de obras que ha dotado al establecimiento de la modernidad propia del momento sin que chirríe entre los elementos patrimoniales protegidos. Todo lo contrario, ya que todo el diseño, a cargo de la interiorista Mercè Bo--

rrell, se ha pensado en función de los colores y materiales originales.

PARTES DIFERENCIADAS / Se ha buscado que la parte antigua tuviera protagonismo y se viera claramente diferenciada la obra nueva. «No hemos querido hacer inventos, sino recuperar el aspecto que tenía dotando al edificio de los servicios propios de un establecimiento del siglo XXI y de su categoría», explica el director del hotel, Víctor Godall.

Una primera reforma se ejecutó en el 2007 y consistió en recuperar los interiores de la finca, una obra cumbre del modernismo en la que Domènech i Montaner, que lo rehabilitó entre 1900 y 1903, ensayó algunos elementos que pocos años más tarde aplicaría al Palau de la Música. En la restauración de hace dos años se incidió también en los frescos esgrafiados por Ramon Casas en el comedor conocido antes como La Pecera y reconvertido ahora en el Salón de las Sirenas, así como en los dos patios interiores y en el segundo comedor, donde prevalecerán las perchas en las que los clientes colgaban los sombreros.

La última fase de obras ha requerido el cierre del establecimiento durante los últimos 14 meses, ya que ha incidido, una vez protegido y restaurado todo el patrimonio, en reforzar la estructura de la finca y emprender una rehabilitación que ha modificado toda la zona de hospedaje, reubicando las 82 habitaciones con que cuenta (una menos que antes), y transformándolas para adaptarlas a las necesidades actuales.

BERASATEGUI, TRAS EL RESTAURANTE / El director del negocio, del grupo familiar Cadarso, dueño también del Hotel Condes de Barcelona, confía en que en noviembre el hotel, que ahora oferta habitaciones con un 25% de descuento, empiece a acercarse al 70% de ocupación, para acabar superando el 80% en un futuro próximo. Entre sus reclamos, además de su excelente ubicación, junto al Liceu, y la joya arquitectónica que lo alberga, también tendrá una restaurante tradicional, la Fonda España, que estará bajo la batuta delchef Martín Berasategui. En la parte negativa, lamenta Godall, la inseguridad del Raval: «Tenemos cierta preocupación porque muchos turistas llegan desvalijados, incluso en la propia puerta al bajar de un taxi».