control de la fauna urbana

BCN contrata el sacrificio de 64.700 palomas en 16 meses

Una bandada de palomas en la plaza de Catalunya, ayer.

Una bandada de palomas en la plaza de Catalunya, ayer.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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La cruzada municipal contra la superpoblación de palomas que sufre Barcelona se mantiene firme. El ayuntamiento acaba de adjudicar un contrato a la empresa Colomba Control para capturar y sacrificar 64.700 ejemplares hasta diciembre del 2011. La cifra se suma a las 23.000 palomas liquidadas en lo que va de año, de forma que se mantiene la cuota de aproximadamente 41.000 anuales que se eliminaron en el 2009, cuando se dobló el balance, ante el evidente crecimiento de esta especie.

El último censo, del 2006, estableció que en Barcelona había 256.000 de estas aves. La media por kilómetro cuadrado (de 4.000 a 6.500 en algunos distritos) es 10 veces superior a la que aconsejan los expertos, aunque el responsable municipal de Vigilancia y Control de Plagas Urbanas, Víctor Peracho, considera una quimera alcanzar esa densidad ideal, informa Europa Press.

Lo que sí espera el consistorio es que al menos la cifra se vaya reduciendo paulatinamente. La contundente intervención del año pasado parece haber comenzado a dar frutos, visto que las denuncias de ciudadanos referidas a palomas pasaron de 380 en el 2007 a 299 en el 2009.

COMPLICIDAD / Peracho cree que más allá de la captura con redes para posteriormente asfixiarlas con dióxido de carbono, lo esencial es contar con la colaboración de los ciudadanos. De hecho, una de las razones por las que se reproducen a destajo es la afición que comparten muchos barceloneses de alimentar continuamente a estas aves. Esta circunstancia unida al clima de la ciudad y a la facilidad que tienen para nidificar en cualquier edificio complican mucho poner coto a su proliferación.

Con los datos históricos en mano, la realidad es que entre 1991 y el 2006 la población de palomas aumentó de 184.000 hasta 256.000. Y eso que en los últimos 19 años se han eliminado 413.000.

No obstante, la presidenta de la Asociación de Defensa de los Animales (ADDA), Carmen Méndez, ha criticado el sistema elegido por el ayuntamiento para hacer frente al problema, al considerar que aunque se elimine a la cuarta parte de una colonia de palomas, la población recupera la densidad original en 24 meses. Asegura que diversos estudios corroboran este «efecto rebote». En cambio, propone la creación de palomares ecológicos como los instalados en otras ciudades europeas, donde se controla el crecimiento sustituyendo sus huevos por otros falsos para que no huyan a reproducirse a otros puntos.

Peracho replica que no existen informes que avalen la validez de este sistema, que además no sería útil en una gran ciudad como Barcelona por sus altos gastos de mantenimiento y control. Insiste en que la Agencia de Salud Pública municipal también desarrolla medidas preventivas para ahuyentarlas.

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