POLÉMICA EN un EJE COMERCIAL de barcelona

Las obras en la calle de Sants la dejan sin un solo plátano

Aspecto de la calle de Sants sin un solo árbol, entre la plaza de Sants y la rambla de Brasil, la semana pasada.

Aspecto de la calle de Sants sin un solo árbol, entre la plaza de Sants y la rambla de Brasil, la semana pasada.

HELENA LÓPEZ / Barcelona

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La otrora frondosa calle de Sants presenta estos calurosos días un aspecto de lo más desolador. Ni un solo árbol ofrece cobijo a sus vecinos en el lado montaña de la vía, en el tramo comprendido entre la plaza de Sants y la rambla de Brasil. Las necesarias obras de reurbanización de la avenida han llevado al distrito a «renunciar» a los inmensos plátanos que regalaban sombra y carácter a la arteria comercial del barrio, que han sido «talados indiscriminadamente», según denuncian miembros del Centro Social de Sants, entidad que ha iniciado una campaña para denunciar la situación.

Inma Moraleda, concejala del distrito, calma los ánimos indicando que la calle volverá a lucir verde «muy pronto». En octubre se replantarán los árboles –es la época óptima para ello–, aunque no serán los característicos plátanos, «algunos incluso centenarios», según mantienen los vecinos contrarios a su desa-

parición. Estos serán sustituidos por ejemplares desóphora japónica, especie que Moraleda cuenta que «ha respondido muy bien en el primer tramo de la calle», de la plaza de Sants hacia plaza de Espanya.

«No entendemos por qué tienen que matar árboles inmensos solo porque reformen la calle. Es más, en el tramo de arriba dejaron algunos plátanos. ¿Por qué ahora han decidido acabar con todos?», apunta Carolina de León, vecina que encabeza la protesta, quien indica que esa vía no es la única afectada en el barrio: «en la calle de Roger han hecho exactamente lo mismo», añade la vecina.

RED VECINAL GLOBAL / Es más, la idea de los impulsores de la campaña es crear una red vecinal que se extienda por toda la ciudad. «Sabemos que hay muchos otros puntos de Barcelona en los que está pasando lo mismo, y nuestra intención es que los ciudadanos nos unamos para denunciar estas situaciones e intentar evitarlas», explica Josep Maria Domingo, del Centro Social de Sants.

Los motivos dados por la concejala del distrito para el cuestionado cambio son varios. Por un lado, apunta que los plátanos «crecen demasiado», llegando a entrar en los balcones y a levantar las aceras e incluso el pavimento, ya que las raíces crecen hacia arriba, algo que resulta peligroso, porque por debajo pasan servicios. Moraleda también afirma que, cuando se cambian las cajas de las aceras, como es el caso, y varían las anchuras, es «casi imposible» respetar los árboles, y que muchos de los plátanos «estaban enfermos». El último motivo alegado es precisamente la salud, en este caso de los ciudadanos: «hemos recibido quejas por la alergia que provocaban los plátanos». Y, justamente de quejas hablan también los vecinos contrarios a la tala. «Entramos una instancia acompañada por casi 300 firmas en junio y todavía no nos han respondido», denuncia De León.

Sobre las características de los árboles que sustituirán a los plátanos, que algunos vecinos temen que sean muy pequeños y no ofrezcan sombra, fuentes municipales apuntan que se trata de ejemplares «medianos», de aproximadamente dos metros y medio de altura.