Un artista multiusos

A él le encanta aparecer desde el flanco izquierdo para venir casi siempre gobernando el balón, con elegancia y criterio, trazando una ruta casi idéntica. De fuera hacia  dentro. Una vez instalado ahí, cerca de la media luna del área rival, es cuando Coutinho se convierte en un artista, dueño de un catálogo innovador, con un desequilibrante regate. No solo eso. Llega y también dispara con potencia desde fuera del área, convertido, por ejemplo, la pasada temporada en el jugador que más goles anotó desde lejos en la Premier: seis tantos y tres, además, fueron de falta directa.

Coutinho tiene también una camaleónica capacidad para adaptarse a diferentes perfiles del ataque. En Brasil, Tite, el seleccionador de la resurrección tras el deprimente Mundial del 2014, le habló claro nada más llegar. "Te quiero en la derecha". Ahí se quedó el nuevo  jugador azulgrana para tener una cohabitación perfecta con Neymar, su viejo amigo en el prestigioso torneo de fútbol formativo del MIC en la Costa Brava.

Interior / extremo

Con Brasil no le quedaba otra opción porque Neymar, con quien ganó el MIC en el 2008, es el dueño absoluto de la banda izquierda y del frente de ataque. Con el Liverpool, en cambio, Jürgen Klopp ha sido mucho más dúctil con Coutinho, a quien ha utilizado, sobre todo, en el costado zurdo, sin olvidar que también se movió en algunos partidos como interior. Piensa él siempre más como centrocampista que como delantero, dejando en cada balón que toca un rasgo de creatividad. Algo que necesita el Barça de Valverde, que había depositado todo el desequilibrio en el uno contra uno que emanaba del infalible Messi y el genial Iniesta.

Con Coutinho se enciende una poderosa fuente de luz, capaz de asociarse, a través del pase y del toque, con Leo y con Andrés, al tiempo que supone un hilo directo futbolístico con Suárez, que ya no se sentirá tan solo arriba como al inicio del curso. Está acostumbrado a jugar en el tradicional 4-4-2 del Liverpool o ser la punta derecha del tridente brasileño con Gabriel Jesús y Neymar.

Tras unos meses de escasez en los que el Barça padecía la orfandad de la magia de Neymar, Valverde entra en una época de abundancia con el fichaje de Coutinho y el retorno del lesionado Dembélé. Le toca al técnico gestionar la entrada de ambos en un dibujo ya consolidado donde hasta ahora Paulinho era, en realidad, el tercer delantero. Al Txingurri, que nunca fue dogmático con los esquemas, le ha llegado un nuevo (y caro) mago.