TRAS TRES MESES Y MEDIO

El primer fichaje es... Dembélé

El joven francés, que solo jugó tres partidos, se ha recuperado de la grave lesión muscular que padeció en Getafe

Dembélé, en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Dembélé, en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / periodico

Marcos López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ni un tiro a puerta pudo hacer Ousmane Dembélé, el jugador más caro en la historia del Barça, en sus primeros minutos como azulgrana Ni tiempo tuvo para completar un partido. Apenas 121 minutos repartidos de tal manera que invitan a pensar que ahora Valverde trazará la misma ruta para el retorno del joven francés, quien sufrió una grave lesión muscular en Getafe. El Barça anunció que facilitaba este martes el alta médica al exdelantero del Dortmund, que podría reaparecer en Vigo en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey.

Ha tenido que vivir el técnico, y el Barça, sin el desequilibrio y el regate que garantizaba ese futbolista, de apenas 20 años, a quien se le concedió la descomunal misión de ocupar la silla vacía de Neymar en el tridente. Cuando sus socios de ataque, Messi y Suárez, empezaban a conocerlo dio un taconazo al sur de Madrid, en el Coliseum Alfonso Pérez, y se rompió el bíceps femoral de la pierna izquierda.

Tres meses y medio después, y tras ser operado en Finlandia, Valverde ya tiene el primer fichaje de invierno: Dembélé. Le faltan, eso sí, dos más: Coutinho y el central que necesita para llenar el hueco que deja Mascherano en la plantilla con su marcha a China. Aún no ha recibido el exdelantero del Dortmund el alta médica, a pesar de que lleva más de dos semanas trabajando con normalidad con el grupo, deseoso como estaba el de pisar el césped del Bernabéu aunque tan solo fuera unos minutos. Pero Valverde, prudente y precavido, como acostumbra, no quiso correr riesgos con él, programándole así un suave aterrizaje en el equipo.

El jugador más caro de la historia del Barça tiene, además, una sustancial ventaja. El halo depresivo y de pesimismo que inundaba el club cuando llegó ha desaparecido por completo. No se le espera como salvador de nada. Ni tampoco como sustituto de Neymar porque Valverde ha sabido encontrar respuestas tácticas a la desaparición del tridente.

Un recurso distinto

Articulado, por supuesto, sobre la figura de Messi, con quien el técnico ha establecido una rapidísima conexión  A Dembélé se le espera, por lo tanto, como un recurso más. Distinto a lo que tiene ahora mismo el Txingurri, que ha demostrado una camaleónica capacidad para adaptarse al territorio. Sin él, el Barça ha vivido feliz, tranquilo y protegido por la fuerza física (y los goles) de Paulinho. De un problema –el Barça de Luis Enrique era, sobre todo, el tridente y su entorno– halló Valverde una solución.

El Liverpool negocia

Con Dembélé,  a quien Valverde usó al inicio como extremo derecho, aunque, curiosamente, se lesionó en Getafe cuando ocupaba la banda izquierda, el equipo gana una fuente de luz diferente para conectarse con Messi y, por supuesto, con Luis Suárez. Sería, por lo tanto, otra manera de atacar a la que ha utilizado el Barça en estos cuatro meses. No es nada dogmático el técnico, que posee ahora ese confortable colchón de puntos en la Liga (nueve sobre el Atlético, 11 al Valencia y 14 al Madrid, que tiene un partido menos) para ir abriéndole la puerta al joven francés.

Pendiente, eso sí, Valverde de que el Liverpool abra la puerta a Coutinho, la misma puerta que le cerró en verano. De momento, el centrocampista brasileño, de 25 años, no jugó en el triunfo red sobre el Burnley (1-2) y ya está descartado para el duelo de la tercera ronda de la FA Cup ante el Everton del próximo viernes. Oficialmente Coutinho padece "unas molestias musculares», pero el trasfondo de su marcha al Barça radica en esas dos ausencias consecutivas que el jugador querría que fueran ya definitivas para llegar al Camp Nou este mismo invierno. 

El Barça, que ya la debía en agosto ese fichaje a Valverde, acelera ahora para darle la pieza que necesita para completar la plantilla, asumiendo que convertiría al exjugador del Espanyol en el más caro de la historia azulgrana porque podría costar 110 millones más 40 en variables. Aunque no pueda jugar la Champions, sería un elemento fundamental para el técnico, que confía en la llegada del central (Yerry Mina es el gran candidato, pero no el único) para ocupar el hueco de Mascherano.