EL RIVAL AZULGRANA

Juventus, un campeón agujereado

El equipo de Allegri, que ha encadenado tres dobletes, encaja más de un gol por partido

Allegri, en Turín durante la rueda de prensa previa al duelo con el Barcelona.

Allegri, en Turín durante la rueda de prensa previa al duelo con el Barcelona. / periodico

Joan Domènech

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El Barça no pillará tan distraído al cuadro italiano como en el debut de la Champions. Quizá se lo encuentre entre deprimido y rabioso. La competición ha tensado al vigente subcampeón, que ni siquiera lidera la Liga, como acostumbra de un tiempo a esta parte. Está a cuatro puntos del Nápoles. La cita con el Barça significa el reencuentro del equipo con la hinchada tras la sonora caída ante el Sampdoria del domingo (perdía 3-0 en el minuto 90, antes del maquillaje agónico de Higuaín y Dybala) y, sobre todo, tras la no menos estrepitosa eliminación de Italia del Mundial.

Buffon y Barzagli y probablemente Chiellini se despiden de la selección, pero la vieja guardia seguirá en pie para frenar a Messi y Suárez. Y a Alcácer, sustituto de Neymar, que se fue a París con Dani Alves. Massimiliano Allegri cuenta con una plantilla amplísima, más que la de Valverde, pero sigue confiando en el mismo bloque.

"Analizando la primera parte de la temporada está claro que podemos mejorar la intensidad defensiva" (Allegri)

Ahora puede permitirse el lujo de aumentar las rotaciones, aunque el nivel del equipo se resiente. Además de la derrota con el Barça y la Sampdoria cayó antes con el Lazio (1-2). "Analizando la primera parte de la temporada está claro que podemos mejorar la intensidad defensiva", admitió Allegri. 

Rotaciones que se notan

El portero Sszczesny ha ocupado el puesto de Buffon cinco veces en la Liga, el defensa Rugani ha jugado 10 partidos del campeonato y ninguno de la Champions, igual que el lateral Lichtsteiner, que ni tiene dorsal, y los centrocampistas Marchisio y Asamoah, son empleados únicamente en la competición nacional.

Allegri persigue que los mejores lleguen ligeros de equipaje al tramo final de temporada. La Juventus siempre va de menos a más. No merece ser subestimado un equipo que ha encadenado tres dobletes de Liga y Copa consecutivos (2015, 16 y 17) y dos finales (perdidas) de Champions, ante el Barça (1-3 en el 2015) y el Madrid (1-4 el pasado mes de mayo) nada menos.

Arropar a Buffon

Pero ese coleccionista de dobletes chirría. Algo no funciona como es debido. Y ese problema ataca a una de las principales virtudes, sino la que más, que adorna la historia de la Juventus: la defensa. Ha encajado 14 goles en 13 jornadas de la Lega, algo insólito, y 5 en 4 partidos de la Champions.

Ha recibido la Juve 14 goles en 13 jornadas de Liga, algo insólito para un equipo que vive de su estructura defensiva

La prensa italiana barrunta un inminente cambio táctico de Allegri para atajar esa sangría, vergonzante para un equipo como la Juve. Esos retoques se verán ya ante el Barça. "Sé perfectamente cuando no estoy bien", aseguró Miralem Pjanic, titular el domingo, asumiendo las críticas.

Preocupa tanto el estado futbolístico del equipo como el anímico de los italianos por la ausencia del Mundial. Pjanic apuntó que los involucrados «tienen experiencia para aguantar ese dolor». Más conmovedor fue el mensaje de Rakitic. «Me dan ganas darle mi sitio en el Mundial, de decirle ‘ve tú por mí’. Si un niño escribe un equipo en un papel apunta a Buffon. Lo que ha dado por el fútbol es único», dijo, antes de aventurar que el paso atrás que ha dado Italia servirá para «dar dos o tres hacia adelante».