Messi gana el quinto Balón de Oro

Leo se impone con el 41,33% de los votos a Cristiano (27,76%) y Neymar (7,86%)

Messi recibe su quinto Balón de Oro en Zúrich.

Messi recibe su quinto Balón de Oro en Zúrich. / periodico

JOAN DOMÈNECH / ZÚRICH (enviado especial)

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La leyenda continúa. Ya lo era Leo Messi con cuatro Balones de Oro, un hito jamás alcanzado en los más de 150 años de historia del fútbol y lo seguirá siendo por un periodo indefinido. La quinta pelota dorada eleva definitivamente al astro del Barça al hiperespacio de la eternidad. Tal vez alguien un día iguale al luminoso astro argentino, pero él habrá sido el primero en ir más allá de los límites que fijaron los más grandes.

Todos. Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona, reconocidos unánimemente como los mejores de todos los tiempos. Cruyff, Platini y Van Basten, los únicos que habían obtenido tres Balones de Oro. También Cristiano Ronaldo, que sumó el tercero el año pasado y lanzó a Messi un desafío público, proponiéndose igualar las cuatro piezas. La distancia entre los dominadores del fútbol contemporáneo vuelve ampliarse. 5-3. El madridista quedó segundo, por delante de Neymar.

MAL NEGOCIO

Siempre ha sido un mal negocio hacer enfadar a Messi. La respuesta es implacable. Nunca con malos modos, ni enfados. Sin muecas, sin desplantes. Mucho menos con agresividad o violencia. Impensables los gritos. En silencio, ha aplicado siempre el más cruel y deportivo desquite: demostrando quién es el mejor. Y ha vuelto a serlo, tras protagonizar un año con 52 goles y 16 asistencias en 61 partidos.

"Gracias al fútbol por todo lo que me ha hecho vivir", ha confesado Messi, cuando debería ser el fútbol el que debiera estar agradecido a él por los brillantes momentos que le ha deparado desde que debutara el 16 de octubre del 2004 en un derbi que se repetirá este miércoles. Y en esas vivencias, repletas de alegrías, están incluidas las tristezas, como los dos meses "duros y complicados " que se pasó lesionado "sin poder entrar en la cancha" con sus compañeros. A la que ha entrado otra vez, ha reforzado su reinado.

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RECUERDO AL AUSENTE

Messi dedicó la conquista a su familia, al vestuario "y a toda la gente que me quiere" el premio, uno más que ha recogido en el pletórico 2105, tanto para él como para el Barça. Leo se acordó especialmente de Luis Suárez, el tercer componente del tridente. "Merecía estar acá", ha dicho. Se supone que en lugar de Cristiano, que no ha conquistado ningún título. 

"Es un momento muy especial para mí volver a estar acá después de dos años viendo cómo lo ganaba Cristiano. Es increíble que sea el quinto, esto es mucho más de lo que imaginaba cuando era chiquito", ha admitido Messi, que pareció interrumpir su discurso por la emoción cuando vio en la platea a otro chiquito.

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Vio a Thiago, sentado sobre las rodillas de Antonella Roncuzzo, su esposa. Estirando el brazo, con la mano abierta, reclamando la presencia inmediata de su padre y esa pelota que iba a dormir con todos en Castelldefels, en ese hogar que tiene el museo más valioso y más completo del siglo XXI: <strong>26 títulos con el Barça</strong> y más de <strong>160 individuales.</strong> Solo falta el Mundial que le reclama Argentina y que lo cambiaría por cualquiera de alguna de esas pesadas y repetidas pelotas. O de las que ganaré en el futuro. Solo tiene 28 añlos. El chiquito no subió al escenario como sí subió el chiquito Cristiano el año pasado. 

EL GUIÑO DE KAKÁ

Messi ha recogido el premio de manos de Kaká, el ganador del 2007, el año de la primera visita de Leo a la gala de Zúrich. El guiño que había preparado una FIFA descabezada, con varios de sus dirigentes expulsados de la gala de Zúrich por corrupción, con Joseph Blatter el presidente, también al frente (presuntamente) de quienes han manchado la pelota, como dijo metafóricamente Diego Maradona sin saber que un día ese menosprecio se consumaría literalmente. Issa Hayatou, un vicepresidente, ejerció de maeztro de ceremonias, arrogándose un contenido protagonismo.

No era él a quien miraba al mundo, sino a Messi, que confesaba "haber crecido y aprendido mucho en la vida y en el fútbol" desde aquel estreno que ha sido este año de Neymar, a quien se le aventuran más presencias en la gala. Fue tercero, a mucha distancia de los mayores. También tercero fue Messi en su estreno, y el brillante camino que ha recorrido desde entonces...

SUÁREZ, EL QUINTO, INIESTA, NOVENO

Leo obtuvo el 41,33% de los votos, Cristiano fue segundo, con el 27,76%, y Neymar  quedó muy rezagado (7,86%). "Esperaba ser segundo", ha confesado el brasileño en la zona mixta. Robert Lewandowski fue cuarto y el añorado Suárez, el quinto. Andrés Iniesta quedó noveno.

Similares diferencias se registraron en la votación de los entrenadores, donde se impuso Luis Enrique, el técnico del triplete, del repóker, con el 31,08% de los votos, por delante de Pep Guardiola (22,97%) y también ausente por "motivos profesionales", y Jorge Sampaoli, el seleccionador chileno (9,47%).