Kubala y, luego, César

Ya no queda ninguna duda. Leo Messi se ha propuesto unirse al selecto y exclusivo grupo que forman Pelé, Di Stéfano, Cruyff y Maradona. Se siente capaz de conseguirlo y corre hacia esa meta, más rápido y mejor que nadie. «Quiero seguir haciendo historia», confesó tras el encuentro ante el Atlético.

Cuando Pep Guardiola cogió el equipo en el 2008, Messi no figuraba entre los 60 mejores goleadores de la historia del Barça. Ya es el tercero, a dos goles de Ladislao Kubala. Le faltan 43 para alcanzar la cima en la que está, desde 1955, César Rodríguez. A las órdenes de Frank Rijkaard, Messi promediaba 0,38 goles por partido (42 en 110), una cifra apreciable tratándose de un joven canterano, muy prometedor, eso sí, que vivía sus primeras experiencias en la élite tras debutar oficialmente en el primer equipo con 17 años.

Todos los nueves atrás

Con Guardiola ya tenía 21. Empezó de extremo, continuó de delantero centro y ahora ya es un futbolista inclasificable. Sus compañeros desisten en definirle. Piqué destacaría su habilidad, pero aún le asombra más la humildad que conserva ese chaval callado que conoció en el cadete. Dani Alves nunca había visto una velocidad en la conducción del balón semejante.

En tres temporadas y el mes consumido de la actual ha metido 150 goles en 168 encuentros (0,89 por partido). Ronaldinho, Etoo, Rexach, Rivaldo, Martín, Stoichkov, Evaristo y todos los nueves del Barça se han quedado atrás ante la fulgurante e imparable carrera del pequeño genio rosarino. «Me haría mucha ilusión ser el máximo goleador del Bar-

ça», explicó Messi el sábado.

Once pelotas

Lo será. Antes, sin embargo, deberá pasar por Ikea o cualquier otra fábrica de muebles para comprar nuevas estanterías. Necesita espacio.

La pelota del Atlético, el premio universal al futbolista que mete tres goles en un partido, es la undécima que ha entrado en casa de los Messi. La tercera ganada ante el Atlético. La primera de su carrera se la llevó en un duelo ante el Madrid (2006-07). Junto al cuero descansan en las repisas metales preciosos como un FIFA World Player, dos Balones de Oro y una Bota de Oro, entre otros galardones individuales, y otros 17 títulos colectivos. Los mismos que tienen Valdés, Puyol e Iniesta. Uno menos que Xavi, el más laureado de la historia del club. «Los títulos están por delante de cualquier estadística», sostiene siempre Messi. Por la diferencia de edad, se presume que Leo (24 años) también le adelantará. Xavi ha cumplido 31.

«Los números no lo dicen todo», afirma el cerebro azulgrana, rendido no solo al talento de su compañero -«tiene todas las cualidades que puede desear un futbolista»-, sino a la entrega que demuestra en cada encuentro en beneficio del colectivo. «A Leo no se le puede definir con palabras, solo hay que verle», rubrica Guardiola. El entrenador sospecha que todavía no se ha visto todo de Messi.