La temporada azulgrana

Los azulgranas se sorprenden del conservadurismo blanco

Alves: «El árbitro se quedó con mala conciencia por el penalti y por eso no me enseñó la tarjeta»

Piqué salta sobre el grupo que celebra el gol de Messi, el sábado.

Piqué salta sobre el grupo que celebra el gol de Messi, el sábado.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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El primer pulso tuvo la virtud de dejar a los eternos rivales con una leve satisfacción. El Madrid celebró el empate como un triunfo que no buscó en ningún momento y el Bar-ça reforzó su sensación de seguridad con el añadido de dar el paso casi definitivo para la reconquista de la Liga. Pero los azulgranas se marcharon del Bernabéu con una sorpresa que no esperaban. Y no fue la labor de Muñiz Fernández, que les escamoteó un penalti y concedió uno dudoso. La sorpresa fue ver al Madrid más defensivo de los últimos años.

Quien verbalizó esa sensación de perplejidad fue Xavi, uno de los jugadores que más clásicos ha disputado junto a Iker Casillas y Carles Puyol. El cerebro azulgrana llegó a decir que no tenía ningún mérito el dominio del Barça por la renuncia total del Madrid a participar en el juego. Una falta de grandeza impropia del que se supone que era, o es, el adversario más peligroso para el Bar-

ça. «Todo el mundo ha visto que hemos sido muy superiores», afirmó Xavi. «Nos ha sorprendido este planteamiento tan conservador», añadió el centrocampista.

GOLEADA EN POSESIÓN / Esa superioridad quedó de relieve con la posesión de la pelota. A pesar de ser esa la mayor virtud azulgrana y el eje sobre el que sustenta su juego. El Barça la tuvo el 72,2% del tiempo; el Madrid, solo un 27,8%. Una de las diferencias más grandes que se han visto. No solo frente al Madrid, incluso cuando los azulgranas se enfrentan a equipos de mucho menor fuste. En el Camp Nou, la noche del 5-0, fue del 62,2% azulgrana por el 37,8% blanco. Solo en seis campos, de los 14 que ha visitado en esta Liga, el Barça dominó más la pelota que el sábado.

«A mí también me ha sorprendido el Madrid. Me esperaba que saliera a atacarnos por el hecho de que nosotros partíamos con ventaja en la Liga y ellos estaban obligados a recortarla», confesó Dani Alves, el protagonista involuntario del empate del Madrid al cometer un penalti sobre Marcelo.

DE ERROR EN ERROR / A 10 minutos del final, ante un rival en inferioridad, se disipó la victoria. Alves no quiso ahondar en la discusión sobre la jugada. De nada servía, como de nada sirvieron las posteriores protestas azulgranas. Muñiz Fernández, que ya había cometido un grave error al no señalar un penalti de Casillas sobre Villa, agravó su labor al no amonestar al defensa brasileño. Habría sido la segunda amarilla y la expulsión. Alves tenía una teoría.

«Se quedó un poco con mala conciencia y por eso no me enseñó la tarjeta. Si tenía claro que era penalti debía amonestarme; si no sacó la tarjeta, es que algo de dudas tenía», explicó el defensa. Excepto Seydou Keita, que no ocultó su enfado por la decisión de Muñiz Fernández, el resto de los jugadores no quiso opinar del árbitro, siguiendo la consigna de Guardiola. Mourinho, como siempre, se explayó en la presunta confabulación arbitral.

Pero al técnico del Madrid le toca mover ficha para Mestalla. El Bar-ça se siente conforme con haber sobrevivido al Bernabéu con la misma ventaja de 8 puntos que tenía y no variará su idea pese a que se ventila un título en 90 minutos. «Nosotros seremos fieles a nuestra filosofía de jugar con alegría», anunció Xavi.