previa del clásico

Messi dispara mucho menos que Ronaldo, pero acierta más

El delantero argentino lleva 22 goles en apenas tres meses de temporada y ataca su récord de 47

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Ahí estaba el sábado Messi, subido en el autobús del Barça, devorando la cena que le habían servido en una bolsa de picnic, mientras el gol de Higuaín, el primero del Madrid, se escuchaba por las radios de Almería. Antes incluso de que el Barça se dirigiera al aeropuerto de la ciudad andaluza escoltado ruidosamente por la policía nacional. Ahí arriba, cuchicheando con su amigo Mascherano, iba Messi, ajeno a todo lo que hiciera el Madrid y, por supuesto, Cristiano Ronaldo. Salió Leo del estadio de los Juegos Mediterráneos sin hablar -el discurso del argentino es tan profundo en el campo que no puede reflejarlo luego en los micrófonos- sin saber entonces que el portugués no se olvida del Barça ni siquiera cuando su equipo golea (5-1) al Athletic y él marca tres goles.

DOS PARTIDOS MENOS / Messi calló. Ronaldo desafió. Tan cerca en sus números (13 goles el azulgrana, 14 lleva el madridista) y tan distintos. Son como la noche y el día. Leo ha jugado dos partidos menos en la Liga (se perdió los duelos ante Sporting y Athletic, ambos por la lesión que sufrió tras la dura entrada de Ujfalusi) y remata menos (49 disparos) que Cristiano (90 tiros). Y acierta más, teniendo en cuenta que el azulgrana no ha disfrutado de la posibilidad de lanzar ni un penalti. El madridista, en cambio, sí que ha anotado cuatro de los cinco penaltis que le han concedido al equipo de Mourinho.

Tan cerca y tan distintos. Messi necesita que el balón esté en movimiento (13 goles y ninguno a balón parado), mientras que el peligro de Ronaldo se multiplica cuando la pelota se detiene. Un serio mensaje, por tanto, para el Barça de Guardiola cara al clásico. Toca evitar las faltas al borde del área, el territorio donde mejor se maneja el portugués. Siete de los 15 goles de Ronaldo en la Liga han llegado en ese instante en que el partido se detiene por cualquier motivo: tres fueron de falta directa y los cuatro ya citados de penalti.

GOLES DE TODO TIPO / A Messi, que apenas habla fuera del campo, le encanta moverse por el césped disfrutando de la libertad que le otorgó Guardiola desde hace nueve meses. Se intuye donde está el argentino, pero nunca se sabe dónde juega realmente. ¿Delantero centro? Sí, pero no. ¿Extremo? A veces se va a la banda, diríase que para descansar un poco. ¿Interior? En muchas ocasiones baja al centro del campo para iniciar las jugadas de ataque. En todos los sitios y, a la vez, en ninguno. Basta repasar sus tres goles al Almería. No hace falta irse más lejos, a pesar de que el argentino ya suma 22 tantos en apenas tres meses de competición amenazando con superar su estratosférica cifra de 47 de la pasada campaña.

En el primer gol, Messi es un centrocampista que conecta con Villa, soberbio taconazo el delGuaje, que irrumpe cual Lampard o Gerrard de la vida con un imponente zurdazo, perdón un latigazo, desde fuera del área. En el segundo gol en Almería, aparece en el área cual delantero obstinado (no entró en el primer remate, repelido por Diego Alves, pero sí en el segundo) hasta que logró el gol 100 en la Liga. Y en el tercero, como un cazagoles cualquiera, el argentino aprovecha un rechace del meta del Almería para quedarse, una vez más, con la pelota porque volvió a firmar un triplete. Al llegar a casa, tras bromear con Mascherano en el vuelo, alguien le hizo saber lo que había dicho Ronaldo en el Bernabéu. Pero él, tan tranquilo. Solo espera que ruede el balón.