El Tenerife asalta Badalona y dispara la alarma en la Penya

Tercer partido y tercera derrota. El Divina Joventut no consiguió romper su dinánima negativa en este inicio de la Liga Endesa y cayó en la visita del Iberostar Tenerife al Olímpic (73-76), dejando una amarga sensación. El jovencísimo equipo de Diego Ocampo combina minutos esperanzadores con malas fases de juego, pero los números empiezan a ser alarmante para los verdinegros, que la próxima semana visitan la cancha del Gran Canaria.

La Penya fue encogiéndose y perdiendo la compostura frente a un Tenerife que logró recuperar 14 puntos de diferencia y acabar imponiéndose con una actuación espléndida de Marius Ponitka, 21 puntos y 10 rebotes, y también de Fran Vázquez, 16 puntos y 6 rebotes, y un arrollador dominio del juego interior (52 puntos en la zona por 24 de los verdinegros y 37 rebotes por 25). Demasiado intermitente, el cuadro de Badalona volvió a hacer demasiadas concesiones en los momentos decisivos. 

Actitud defensiva

El protagonismo ofensivo de Patrick Richard, el escolta llegado este verano del Maccabi Rishon, y también el buen nivel defensivo de inicio dio el control a la Penya frente a un Tenerife al que le costó coger el ritmo en el encuentro. Se aplicó con intensidad y con disciplina el equipo verdinegro para proteger su aro, robando balones y forzando pérdidas del cuadro que dirige Markovic, lo que unido a unos buenos porcentajes ofensivos, abrió ya una brecha consistente en el primer cuarto (26-13).

 El acierto en el triple (6 de 11 en el primer tiempo), también consolidó la superioridad verdinegra, que llevó las diferencias hasta los 14 puntos (29-15), con buenos minutos del joven alero López-Arostegui. En frente, el Tenerife se mostró poco acertado en el triple e incapaz de generar acciones para su juego interior.

No fue capaz de romper el encuentro la Penya, sin embargo, por culpa del dominio en el rebote del cuadro tinerfeño y también por el protagonismo de Ponitka, llamado a ser uno de los destacados del campeonato, y eso dejó un marcador abierto al final del primer tiempo (41-33).

Demasiados nervios

El descanso le sentó mal a la Penya, que se dejó llevar por la precipitación en la reanudación y actuó sin la intensidad ni la concentración defensiva de los primeros minutos. Solo Ventura mantuvo la actitud y acertó en ataque con sus penetraciones.

El Tenerife, en cambio, cambio por completo su fisonomía. Se aplicó con más energía en las dos zonas de la cancha. Así consiguió darle la vuelta al marcador (56-58, m. 30) gracias al paso adelante de Vázquez y Abromaitis, para complementar el acierto de Ponitka.

Ese nueve escenario llevó el partido a un desenlace incierto, con alguna acción positiva de Richard y Jordan en los verdinegros, y de Ponitzka y Vázquez en los visitantes, pero el triunfo acabó por  decantarse hacia el lado del Tenerife, pese al intento final de Richard de forzar la prórroga con un lanzamiento triple y un último tiro desesperado de Kulvietis.