Mapeando la economía social y solidaria: Pam a Pam

Pam a Pam, promovido por la Xarxa d¿Economia Solidària y SETEM, geocaliza y da visibilidad a las ofertas de la economía social y solidaria

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La semana pasada, a razón del análisis de la movilidad en automóvil por la ciudad, situábamos el debate sobre el cual se encuentra la economía colaborativa. Este debate también estuvo presente en la jornada organizada por la Fundación InnDEA y Ouishare en Valencia. Parece evidente que, simplificando, podemos situar dos tipos de proyectos: aquellos que aprovechan las posibilidades que ofrecen la Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para reformular la intermediación de quien provee o facilita un determinado producto o servicio y aquellos que apuestan por una transformación del modelo económico imperante. Obviamente, entre ambos grupos, no hay una frontera rígida y hay numerosos puntos de encuentro y posibilidades para hibridaciones.

En el marco de estas iniciativas, con voluntad más transformadora, cabe destacar el proyecto Pam a Pam, promovido por la Xarxa d’Economia Solidària y SETEM, para geocalizar y dar visibilidad a las ofertas de consumo que cumplen los parámetros sobre los cuales se basa la economía social y solidaría. Las diferentes propuestas que se van introduciendo, se evalúan previamente a través de un amplio y riguroso cuestionario, que realizan una amplia comunidad de personas voluntarias. El grupo de voluntarias se articula en red, presencial y digitalmente.

Quince son los criterios que se evalúan agrupados en tres ámbitos: impacto social, impacto medioambiental e impacto en la organización del trabajo. En el primer grupo, se tiene en cuenta el fomento de circuitos de proximidad, comercio justo, integración social, cooperación…; en el segundo, el grado de reciclaje y de beneficio para el medioambiente que tiene la iniciativa; y, en el tercer grupo, las diferencias salariales entre los miembros, el modelo de toma de decisiones, etc. Una larga entrevista permite detectar la veracidad de la propuesta, en el marco de los criterios de la economía social y solidaria, subrayando sus aspectos fuertes y débiles. Dando visibilidad a las iniciativas se pretende que el número de personas sensibilizadas por los hábitos de consumo y sus causas sociales, económicas y medioambientales sea mayor.

El pasado fin de semana, durante la cuarta edición de la Fira d’Economia Solidària de Catalunya, se presentaba la aplicación móvil de Pam a Pam. La app facilita la localización de la oferta de productos y servicios para el/la consumidor/a que desee hacer un consumo próximo a los valores que hemos mencionado, pudiendo ―además― valorar cada una de las propuestas. También será útil para el equipo de voluntarias que, desde la app, podrá actualizar y proponer nueva oferta.

Como se puede observar, la aproximación tecnológica de este proyecto dista de muchas de las propuestas enmarcadas a menudo en el campo de la innovación actualmente. En este caso, primero se construye la comunidad, se alimenta de contenidos y, finalmente, cuando resulta necesaria, se desarrolla la app.

Si quieres valorar aplicaciones puedes hacerlo participando como experto de la appteca de apps4citizens, una plataforma que tiene por objetivo promover el uso de las aplicaciones como un instrumento útil para mejorar la calidad democrática de la toma de decisiones a través del compromiso social y político colectivo.