Eurojust, la agencia de cooperación judicial de la Unión Europea (UE), confirmó ayer lo que era un secreto a voces: que miembros del Estado Islámico viajan a Europa infiltrados en los flujos de  inmigración irregular. «Es una situación alarmante porque vemos que estos traficantes [de personas] algunas veces financian el terrorismo; estos traficantes están siendo utilizados para garantizar la infiltración de miembros del Estado Islámico (EI)», advirtió en una rueda de prensa en Bruselas la presidenta de Eurojust y máxima responsable del equipo antiterrorista de la agencia, Michèle Coninsx. «Tenemos que atajarlo de forma seria y rápida», añadió.

Eurojust, que tiene su sede en La Haya, fue establecido en el 2002 con el fin de mejorar la cooperación judicial entre los países de la UE en la lucha contra la delincuencia y la criminalidad, incluido el crimen organizado y el terrorismo, pero también otros delitos graves como el tráfico de drogas o el blanqueo de capitales. Actúa para facilitar la coordinación en los casos que cubren el territorio de más de un país miembro.

«Respecto a la infiltración -señaló Coninsx, que además de presidir el organismo es la representante de Bélgica- escuchamos cada vez de forma más regular que hay un riesgo de la mezcla de la inmigración ilegal financiando el terrorismo y que la inmigración ilegal es utilizada por personas para llegar a la UE como 'durmientes' o como 'lobos solitarios' y después para llevar a cabo ataques».

EXTENSIÓN A OTROS GRUPOS / La presidenta de Eurojust reconoció que, en este sentido, «hay un problema con el Estado Islámico» y que «algunos fiscales en algunos países lo están experimentando» pero rechazó entrar en detalles porque se trata de casos en los que la coordinación está en marcha.

Coninsx admitió que hay muchas posibilidades de que el problema «se extienda también a otros grupos terroristas como Al Nusra, Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Al Shabaab o Boko Haram».

La presidenta de la agencia de cooperación judicial europea señaló que no dispone de cifras sobre el número de «lobos solitarios» identificados en Europa pero dejó claro que el problema es «serio» y «común» en toda la UE y no implica solo a los combatientes extranjeros desplazados, sino que ellos mismos comienzan a reclutar a terceros.

A pesar de que no hay «cifras claras» del número de combatientes extranjeros que se han desplazado desde Europa a las zonas de conflicto (como Siria o Irak), de los que han permanecido allí, los que han muerto o los que han regresado, Coninsx explicó que se ha pasado de «unos cientos» en el 2012 -cuando se detectó el problema por primera vez- hasta «varios miles» en el 2014.

«En el 2015 escuchamos cifras de unas 10.000 personas desde Europa y unas 25.000 a nivel global. Pero Eurojust no tiene cifras», apostilló.

La jurista belga aludió al uso «masivo» de internet y las redes sociales por los yihadistas y dijo que es algo que causa una «gran preocupación». «Necesitamos tener un enfoque completo y común para un problema común», subrayó. «Se necesita un enfoque multidisciplinario», añadió, dejando claro que el encarcelamiento de los terroristas o la confiscación de sus activos «no es la única solución» y que se necesita trabajar «desde una fase muy temprana» en la prevención y la desradicalización. «Esto empieza en las escuelas, en las familias y en las mezquitas».

DISUASIÓN / No obstante, Coninsx dejó claro que las condenas a prisión para personas «con intenciones terroristas» está teniendo «un efecto de disuasión» entre los jóvenes, que tienen miedo de acabar en la cárcel. Pero también admitió el fenómeno de la radicalización ulterior en las cárceles. «Necesitamos pensar en la mejor manera de abordar la situación de estos jóvenes y tenerlos en prisión garantizando que no se radicalizarán más», subrayó.

La presidenta de Eurojust admitió que la agencia europea solo conoce «la punta del iceberg» sobre los potenciales planes de atentados terroristas en la UE; es decir, aquellos casos que coordina. «No estamos al tanto de todos los ataques abortados de terrorismo», reconoció.

La presidenta de Eurojust señaló que, además del terrorismo, la ciberdelincuencia constituye un problema creciente para las autoridades judiciales europeas.