Maestra del género

Maj Sjöwall: «No entiendo el por qué del éxito de Larsson»

<b>La nueva novela policíaca </b>sueca se ha convertido en un fenómeno literario de los últimos años que ha sido analizado por los autores clásicos y los novísimos esta semana en el encuentro denominado ‘Getafe negro’. Maj Sjöwall y su marido, Per Wahlöö, fallecido en 1975, fueron los padres de esta escuela, y Thomas Kanger es uno de los alumnos más destacados. Ambos repasan el momento de este género.

MERCEDES JANSA
MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

–¿Qué se siente siendo un clásico?

–Es una sensación peculiar. Muchas veces pienso: ¿soy yo? Y me sorprendo. Dentro de mí tengo muchas personalidades, como las muñecas rusas, y una de ellas fue la que escribió 10 novelas. Cuando las escribimos, mi marido, Per, y yo no pensábamos que fuera a ser así.

–¿Fue premeditada la disección de la sociedad sueca?

--Sí. Éramos periodistas y de izquierdas, militantes del Partido Comunista, y a los dos nos interesaba la política. Al escribir queríamos, entre otras cosas, describir cómo los socialdemócratas engañaban a la clase obrera, cómo el poder seguía estando arriba y los pobres, abajo.

–¿Consideraron que el género negro era el adecuado para la denuncia social?

–Efectivamente. Si además escribiéramos con la intención de entretener, llegaríamos a más lectores que, por ejemplo, con los tres panfletos políticos que había escrito mi marido. Pensábamos que serían más fáciles de leer y más fácil venderlos.

–El consumismo, la xenofobia, la guerra de Vietnam… fueron temas de sus obras todavía de actualidad. ¿Tan poco ha cambiado el mundo en estos casi 40 años?

–Hoy no se podrían escribir las mismas novelas porque la policía tiene más medios y hay crímenes más complicados: el narcotráfico, los delitos económicos, la violencia de género, las mafias del Este…

–¿Sus hijos literarios han recogido el testigo de la denuncia?

–Muy pocos. Quizá Larsson... Los demás dicen que son críticos pero no lo veo por ninguna parte.

–¿Cómo ve el fenómeno Larsson?

–No acabo de entender el por qué de tanto éxito. No encuentro sus libros tan fantásticos. Solo he leído uno y no estoy segura de cómo explicar ese fenómeno. Quizá porque es más moderno al tratar la actualidad o porque sus héroes son un periodista y una mujer poco común.

–¿Se hubiera sumado su marido al boom

–No creo. Él hubiera continuado con sus novelas políticas y yo, con mis traducciones. Pero estaría muy orgulloso de nuestro trabajo con el comisario Beck.

–¿Cómo ve la sociedad que quería cambiar?

–Ya no la critico porque no sirve de nada. No me interesa la política porque los políticos mienten continuamente, tienen muy poco poder y son marionetas porque nos gobierna el dinero. Pero me sigo considerando de izquierdas aunque dejé el Partido Comunista cuando los soviéticos invadieron Praga.